La Historia se escribe con hechos...

Dioses eran considerados aquellos que pasaban las más difíciles pruebas físicas y mentales en la Antigua Grecia. Este fanatismo por las impresionantes actuaciones de increíbles mortales es legado de muchas barras bravas y espectadores de los deportes de hoy en día.

Ejemplos de dioses o emulados a ser, son, para fanáticos del fútbol, Maradona. Aunque no es mi caso, tras un mundial donde se entremezclaban jugadores y JUGADORES, Maradona surgió entre los seres humanos para consagrarse ídolo mundial.

Hoy en día, se tienen en cuenta espectaculares batallas deportivas en donde se pelea por el honor y la gloria, ya sea de un equipo que le dio a uno la vida de semidios que se merecía o del país que lo envió como representante del mismo considerándolo el mejor de los elegidos. Desde el punto de vista Latinoamericano tenemos la Copa Sudamericana de Fútbol, la Copa Toyota Libertadores, el Clausura, el Apertura... toooooodo fútbol...

We are basketball. I'm basketball... no es que no me atrae el fútbol, me gusta como cualquier otro deporte. Pero el Básquet, es otra cosa. No hay muchos que me interpretan, pero es un deporte donde se tienen en cuenta una perfección geográfica, física, geométrica y pensativa para lograr el mayor cometido: Encestar la pelota y ganar con 5 jugadores principales. Todos defendiendo, todos atacando. Corriendo sin respiro ni desgano. Y como gladiador que muchas veces tuvo que matar a los espectadores tirándole los leones del coliseo, con un final de infarto, meter el balón detrás de la esquina de 3 puntos en los últimos 1.2 segundos del partido perdiendo con una diferencia de doble en cancha agena, aniquilando las esperanzas de declararse campeones del encuentro a los otros fanáticos.

Ayer, 14 de Junio de 2009, finalizaron el combate más grande de toda la temporada de la NBA. Los Playoffs.


El ejército de Los Ángeles Lakers se enfrentaban contra los pioneros de Orlando Magic, ambos sin aparentar debilidad ni temor alguno. Uno con más trayectoria que el otro, uno con más determinación que el contrincante, uno con más espectativas, otro con más críticas, ambos con sed de victoria:

Los Lakers, llegan a la final una vez más después de haberles sido arrebatado el título por los Boston Celtics, el equipazo del año pasado. Una gran trayectoria desde el 2002 junto con la dupla O'Neil-Bryant, pero por cuestiones del destino y discusiones internas, caen 7 años más tarde no con una dupla, sino con un EQUIPO. Desde el veterano Derek Fisher, junto con el novato Eriza, desde el nuevo extranjero Pau Gasol, hasta con el norteamericano morocho, favorito de todos, y gladiador comandante del encuentro, Kobe Bryant.

Los Magic, nuevos pioneros en las rondas de la NBA, no se los creía determinantes de una final, pero se demuestra que en el básquet también se puede luchar contra la corriente y caer parado para seguir subiendo. Éste ha sido el año en el cual podrían romper con los pronósticos y ganar de una vez por todas su primera final de los Playoffs. contando con el extranjero Turkoglu, el arrasador Lewis e incluso, con su representante en pesos pesados, Dwight Howard.

Ambos equipos con las misma oportunidades, todo dependia de la cabeza de sus Generales, phil por parte del equipo del oeste, y Burgundy con el este. La mejor estrategia llevada a cabo sería la merecedora del triunfo y la gloria.

El campo de batalla para los primeros dos partidos han sido en la casa en Los Ángeles, venciendo los anfitriones los dos primeros partidos con garra y el fanatismo de su lado. Por regla, los siguientes dos partidos se jugarán en la casa del visitante, es decir, en Orlando, Florida. Una gran presión por parte de los mágicos, ya que no podían desepcionar a sus súbditos en su propia arena. Asi que el primer partido en su hogar fue merecidamente para ellos, no dejaron que se les haga tan fácil vencer.

Sin embargo, la cabeza de un director técnico que ha obtenido el título de las final 9 veces y no se iba a ir con las manos vacías, con gran determinación y experiencia, no es la misma de un novato con un equipo en el cual ninguno se encontró con tal desafío. Asñi fue como los humillaron en su propia casa, no una vez, sino dos veces. La primera fue un partido muy peleado, casi sin una determinación conclusa de quién iba a vencer, y ya el segundo, Orlando se subordinó ante los dioses de ahora y que han sido en su momento, Los Ángeles Lakers.

Fue un duelo de titanes. No sólo por el espectáculo que otorgaron ambos equipos, sino que literalmente, los exponentes a JMV (Jugador Más Valioso) dieron todo de su alma para llevar la frente del grupo adelante. Howard con su incomparable fuerza, era capaz de aflojar los tornillos que sujetaban el tablero con cada volcada que realizaba. No daba a desconocer el poder que esos dos brazos de gigante tenían. Bryant, se lo considera como el sabio mago de estas tierras, un semidiós en tierra. No solamente se dio a conocer con su carisma y actitud, sino con su puntería para encestar de grandes e incómodas distancias, pero principalmente, su nueva capacidad de compartir la pelota con sus compañeros, logrando que todo el equipo obtenga su pedacito de gloria.

La longitud de esta entrada no es suficiente para siquiera emular en escala el sentimiento y alegría que me ha provocado seguir tan de cerca este torneo que me invade el interior de mi yo basquetbolista, pero al menos, se entiende. No espero que nadie la lea o siquiera que se deje comentarios (que no estoy negando que lo hagan), sino que lo estoy usando para expresar la alegria que me provocó ver estas grandes figuras que me inspiran a seguir jugando este deporte. Para mí, esta copa se compara y, en mi punto de vista, supera a la Champions de fútbol o siquiera a las finales de las Olimpiadas de cualquier deporte.

Ésto es básquet.

Ésto... es GLORIA.