viernes, 4 de diciembre de 2009

Delirios 4

Ceso mis sesos en el pasillo de baldozas rojas y frías. Lógicamente la profesora de lógica, al salir, me hace ingresar al aula para acumular nuestro alivio en conjunto por la facilidad con la que se concretó la evaluación de proceso.



Una semana tediosa de evaluaciones finalizada al fin.




La profesora nos conlleva a continuar el programa del año mientras realizo este escrito delirador bajo la observación de mis queridos amigos.


Para no dejar abandonada mi lapicera en un vacío de cartuchera, llena de materiales que sólo se usan para ciertas cosas, como el transportador de aluminio milimetrado (el transportador, no el aluminio), el compás, colores sin punta, realizo este escrito descriptivo. Lo curioso es el color de la tinta, la contextura de la lapicera con la carcaza de plástico más rota que la última pero, a pesar de haberme detenido aquella vez que finalicé la evaluación de lógica, continúo con la misma determinación y conocimiento de mi nuevo objetivo de delirar sobre los espacios en blanco antes de ingresara la hora de la copiadora materia de Hombre Naturaleza y Salud (o de otra forma, Biología, sólo es que tratan de alargarle el título como si así fuésemos a darle mas importante a la disciplina) para rendir otra evaluación. Será mi método desestresante previo a las pruebas, aunque no estoy estresado, mucho menos nervioso. Es más, no realicé este escrito, no sólo porque era mi objetivo redactarlo para dejar de acumular momentos en un corto período de tiempo para plasmarlos en tinta, sino también para ocupar mis minutos kamikazes (según Arjona) al máximo para desempeñar dicho estudio de manera tal que siga mi tabla de valores (CUC-Basquet-Teatro-Tribus-Familia sobretodo-Blog). Tal vez sea mi cafeína que me mantiene despierto a pesar del insomnio provocado por una partida apasionante e incesante de ciudades virtuales desarrollando estratégicamente sus ejércitos y tecnologías en un espacio-nada y años-nada que abarcan horas-todo en mi vida real siendo así uno de mis vicios más necesarios y recientes. Capaz sea un ejercicio de escritura para mí mismo ayudando a mi formación de textos que no se separan en párrafos pero de que alguna forma son coherentes de forma improvisada o para hacer una "obra de arte" abstracto hecho de palabras suspendidas en renglones, de tamaños de manchas azules desprolijas y tachones que abarcan un mínimo de 12 letras.


Sonó el recreo y no quiero seguir con la angustiante experiencia de terminar un trabajo no terminado y delirante como éste que ya lo he pospuesto varios días. Uno se dará cuenta en mi forma de expresión escrita cuándo cambia el día en que continúo con el escrito. Sin embargo, mis ensayos con sentido tendrán que esperar pues éste género de cantar sin partitura invoca a todos los coros de mi imaginación. Espero que les agrade este asalto de sus minutos para la lectura de esta organización criminal compuestos de textos suicidas que responden al aburrimiento del lector. Seré breve...*

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Lo que uno opina conforma a la creación de un castillo de ladrillitos LEGO cada vez más grande que si lo armara yo solo. Gracias por sumar tu ladrillito de color rojo, verde, azul, tú dime :)