miércoles, 28 de marzo de 2012

Doy vuelta la página


Esos pispeos quejosos
que lloran por ver.
Buscan la chispa apagada
de tu enamorar...

Un fondo negro
brillante como la oscuridad misma.
No hace falta el sol
para que me ilumine una estrella.

Cuántos cuidados
sabrá dar una enfermera.
Cuántas heridas me cierran
esta fe primera.

No me encuentro
sólo en el reflexionar,
necesito el cálido beso
en la mañana del despertar.

Así tengo ganas de imaginar
de esta forma tengo ganas.
Me explayo de nuevo escribiendo
y así describo mi corazón.

El músculo se cansa
si se esfuerza por demás
hasta por un tiempo se puede acalambrar
pero ejercitado, el peso puede levantar.

El sol no sólo alumbra de día
ni la noche es sólo oscuridad,
mientras esté despierto y soñando...
se encariña de uno con claridad.

No hace falta vivir del contexto
ni buscar a esto un pretexto
pues no claudica lo perfecto
del efecto que tienes en mis textos.

Recibo paz, recibo esperanzas
sin recibo ni alabanza.
Antes mi alma quedó desnuda,
hoy la viste una templanza.

La flor no es bella por su nombre
ni la obra por el director
el calor es sólo una ilusión
que surge del soñador.

Soñemos, juntos despiertos
no perdamos la fantasía
ni quedarnos dormidos
Tratemos de vivir con lo vivido.

No pierdo nada con intentarlo
ni intento para perder,
pues si de perder algo se trata
que sea mi razón en tus labios escarlata.

Me sale un tirabuzón de notas,
un moño de formalidades
un tallarín que pide salsa
un domingo en la abuela de emociones.

No quiero repetir clichés,
ni una formalidad en cadena
sino que me encadene tu aceptación
y liberarme en ser quien soy.

No creo de la duda
una indecisión ni falta de respeto
sino un desafía de abuelos
por encontrar algo más que un telo.

Mi pupila izquierda
se complementa en tu iris derecho
al mirarnos mágicamente
con tu corazón en mi pecho.

Los espacios entre mis dedos
son eternos los días de frío
De nada me sirve peinarte el pelo
si no se enreda en el mío.

Las cortinas pueden ser hermosas
para no imaginar qué hay más allá.
No estamos para vivir en cuatro paredes,
por eso el corazón vive en hogar tan particular.

No sé cómo lograré terminar esto
no sé si rimarlo o una pregunta capciosa
es bello saber que esto no lo escribo solo,
sólo escribo que no sé... y eso es lo bello.

Se da vuelta la página
la historia continúa con la fantasía,
no se cierra el libro,
ni se conocen los autores.

De una primavera con otras flores,
un invierno sin sol,
estaciones que nos marcan y las vivo
viajando con vos.

Contigo sí tengo ganas
ganas de probar...
ganas de aprobar...
ganas de amar una vez más.