domingo, 13 de febrero de 2011

Adiós Negro

Te imagino allá arriba... en el escenario mejor acolchado de todos, circular. Para todas esas almas que admiraste y que te admiran presentándote como nos hacías hacer a nosotros, con una que otra mímica y gestualidad. Una puesta en escena donde sólo te vales de tu cuerpo, de tu dicción e improvisación, y una que otra silla de nube. Se callan todos y empieza la función.

Te imagino peinándote y alisándote el bigote compartiendo el peine con Guinzburg, comparándose. Riéndote, por qué no, con Fontanarrosa, seguro que en una de esas platicando con la Walsh, haciendo de dictador como alguna vez lo hizo Chaplin. Con tantos que ahora están con vos, pero esos tantos que son gente seria. Esa gente que hace reír, la gente que no tiene más que seriedad y una gran necesidad de hacernos bien, de darnos la felicidad que vos más que nadie te merecés. La cual lla recibís al hacer esto que más te gusta.

Yo sé MUY bien que te vestite así de bonito esperando a que todos se vayan. Abriste el cajón, te limpiaste un par el trajecín tan monono con el que actuabas tan bien, y con el silencio de mil cosas que no se dijeron, te fuiste a escondidas como hacías, con esa cara pícara sin despeinarte una sola cana. Y llegando, te tomaste un avión y te fuiste a hacer LA gira que tanto retrasaste para dejar bien lo que había que dejar. Luchando lo que había que luchar. Siempre manteniendo la esencia de ser mendocino, de ser artista. Siempre arreglando y perfeccionando hasta la última mueca nuestras puestas en escena. Hiciste tu trabajo, ahora te vas a disfrutar de lo que tanto te merecés, hacer lo que mejor hacés: Mostrando que no tenés que tener barba para parecerte a Dios.

Una crítica de las tantas con las que me arreglaste, no te salió muy bien cuando entramos los de tu elenco. Estabas Riéndote, yo lo sé.

Te habrás ido de gira, pero nosotros, yo, estaré y estaremos acá actuando y demostrando todo lo que aprendimos de vos hasta que vuelvas para darte la sorpresa: a nunca bajar los brazos, a nunca afeitarse el bigote (sobretodo las chicas), a seguir luchando, ya sea por la Cultura en Mendoza, o por un espacio Digno del Elenco en el Colegio, a reír cuando uno tiene que reír y a llorar no sólo en el escenario sino incluso en los bastidores, y sobretodo a conseguir novia...

"...Porque el teatro sirve para tener novia, sino no sirve para nada"

Nos estamos viendo Deivid, espero que estés en primera fila cuando nos toque a nosotros ser como vos.

Tu orgulloso discípulo.

1 comentario:

Lo que uno opina conforma a la creación de un castillo de ladrillitos LEGO cada vez más grande que si lo armara yo solo. Gracias por sumar tu ladrillito de color rojo, verde, azul, tú dime :)