Mi autito

Si me querés pinchar la rueda, no me importa, siempre traigo un repuesto, la bocina nueva para putearte y un equipo que se escucha hasta el otro taller pa' no escucharte. No sos de comparación, vos a penas sos 0km, yo llevo varias rutas memorizadas, kilómetros recorridos y siempre con los vidrios bajos, porque yo sí pongo la cara, no como ciertos modelos polarizados.

Y tengo bien clarita la patente y soy bien definido quién soy y de dónde vengo, y aunque vaya contramano, mi retrovisor es de muy poco alcance para ver cuánto te pasé, a pesar de que no sea muy grande la distancia. Mi tubo de escape le escupe los restos de la mejor nafta: La perseverance XXI, con extractos de lubricantes de felicidad. Mientras vos das picadas y das vueltas por las mismas pistas, pistas de NASCAR, yo me amigo con la F1.

Sin embargo, si te quedás, siempre tengo el seguro suelto para abrirte la puerta, la palanca de cambio a mano para ir con vos, a la par. Asi que, si querés, ya sabés, abrochate el cinto que ya arrancamos...