Raining

Qué mares de nubes se asoman en el océano de mi vista. Movimiento en pleno movimiento, recorriendo, rompiéndose olas a medida qu salto con mi imaginación. Es bello y grotesco a la vez. Nadie comprende y se quedan varados cuales voyas de incertidumbres, cuales cactus en el medio del desierto más árido, tal cordura de un loco. No puedo creerlo. Soy un paraguas de lágrimas, sólo que en vez de evitarlas, las atraigo, nunca dejo mojar mi esperanza, aunque hay días de tanto calor que necesito refrescarme. Es normal que en Mendoza no llueva tan seguido, pero en el cielo donde estoy volando está siendo temporada para cosechar litros de injusticias para hacer apto el hábitat del desierto de Atacama.

Necesito un final para esta vitácora donde tanto navegante, tripulante y esclavo soy yo, pero tengo las velas izadas y las velas apagadas, velas en este relato si no me crees. Es el momento, ya tendré tierra firme para estas cosas.